Los indicios más tempranos de ocupación humana, en Campeche, se remontan a fines del Preclásico Medio, hacia 550 a. C. Durante esa época, la región de las tierras bajas mayas experimentó diversos movimientos migratorios que llevaron de sur a norte a núcleos importantes de gente, quizá para colonizar regiones hasta ese momento vacías.
Este movimiento seguramente tuvo como causa un crecimiento de la población que obligó a buscar nuevas tierras. Encontramos evidencias de ello en sitios como Becán, Edzná, Dzibilnocac, El Aguacatal y Tixchel.
Becán. Hacia el año 600 a. C., llegaron a la región de Becán grupos de agricultores que utilizaban el sistema de roza-tumba-quema y que poseían una cerámica llamada Chicanel. Aunque esta migración debe haber abarcado todo el sur de Campeche, la evidencia que tenemos se circunscribe a Becán y sitios aledaños.
Se han encontrado bajas plataformas rectangulares y redondas, así como bases piramidales soportando plataformas simples, las cuales, a su vez, tenían superestructuras de un solo cuarto con muros en parte de mampostería o de piedra y con techos de material perecedero.
Estas plataformas tenían escaleras remetidas, esquinas redondeadas y con frecuencia encontramos superficies pintadas de rojo; asimismo, patios pavimentados con estuco. Algunos de estos edificios formaron parte de plazuelas, mientras que otros parecen haber tenido funciones que van más allá de lo residencial.
La cerámica producida presenta una estrecha filiación con el asentamiento maya del sur, como Uaxactún y Tikal. Fueron hallados diversos tipos cerámicos que se identifican totalmente con los de aquellas ciudades y que presentan características de rojos pulidos, negros y cremas.
Toda la arquitectura correspondiente a este periodo se encuentra actualmente sepultada bajo edificios posteriores. Solamente las excavaciones arqueológicas han permitido conocerlas.
Dzibilnocac. Se ubica a unos 20 km al norte de Becán, en la región conocida como los Chenes y justo bajo la moderna población de
Iturbide. Este sitio remonta sus orígenes hacia la parte final del Preclásico Medio (480 a. C.). En los niveles inferiores se encontró una cerámica muy relacionada con el tipo sureño conocido como Mamón de Uaxactún, perteneciente al Petén guatemalteco.
Los vestigios más tempranos se reducen a un piso de lodo, aunque para los últimos 300 años a. C. la ocupación comprendió prácticamente todo el sitio.
Se han localizado tanto plataformas habitacionales como algunas otras que sugieren utilidad ceremonial.
La cerámica nos indica que para esa época hubo contacto con diversos sitios del norte de la península, como Acanceh, Yaxuná, Maní y
Dzibilchaltún, entre otros.
Edzná. Es un sitio ubicado a unos 55 km al sureste de la ciudad de Campeche. El valle en el cual se encuentra asentado presenta restos de ocupación desde el 400 a. C., en la fase llamada Malecón, prácticamente ya dentro del Preclásico Tardío.
Se ha identificado originalmente una comunidad aldeana con un nivel demográfico muy bajo. Construyeron simples plataformas sobre
las que se asentaban casas fabricadas de material perecedero. La cerámica que producían dista mucho de ser primitiva. Tenía una gran filiación con la del sur de las tierras bajas.
El análisis lítico de Edzná nos ha permitido identificar la existencia de una red de intercambios a larga distancia, ya que la fuente de origen de la obsidiana, en este periodo, se encuentra en San Martín jilotepeque, en Guatemala. En esta red de intercambios se encontraría también Tikal, en Guatemala; Barton Ramie, en Belice y Dzibilnocac, en Campeche.
Para el año 250 a. C., la comunidad creció considerablemente; se han detectado pequeñas plataformas con superestructuras de material perecedero o con muros de piedra sin trabajar, unidas con lodo. Se construyeron además estructuras no residenciales hasta de 10 m de altura y 40 m de diámetro. La estructura 343-23 o el Anexo de los Cinco Pisos, presenta una fase temprana correspondiente a esta época.
El aumento demográfico se manifiesta en la amplitud de la presencia del material cerámico. El grupo conocido como «La Vieja» fue ocupado principalmente durante el Preclásico Tardío. De hecho, una amplia y larga calzada unía al complejo arquitectónico con los inmuebles monumentales del núcleo o sector sureste.
Para el final de la fase Malecón (100 a. C.) se inició la construcción de un enorme complejo hidráulico que tenía multitud de canales, de los cuales el más grande medía 12 km de longitud, además de diversos depósitos para agua. Por todo el sitio se encontraron montículos asociados a los elementos hidráulicos, con materiales correspondientes
a esta época.
La obsidiana de ese tiempo procedía de dos sitios en Guatemala: San Martín Jilotepeque y El Cayal.
El Preclásico Tardío fue, entonces, de gran dinamismo en Edzná. Además del gran aumento de población registrado, la comunidad se hizo más compleja. Surgió una clase diferente, capaz de dirigir grupos humanos en la construcción de obras públicas, así como controlar el comercio a larga distancia.
Existía una gran interacción con las tierras bajas del sur.
La costa. Los primeros asentamientos costeros de Campeche parecen ser el resultado de dos corrientes migratorias.
El suroeste fue ocupado por grupos procedentes directamente de las tierras bajas mayas del sur, mientras que en la costa norte los grupos procedían del interior de la península.
Los sitios más representativos de la costa sur son Aguacatal, Xicalango y Tixchel.
Los primeros habitantes de Aguacatal llegaron entre 300 y 100 a. C., y eran portadores de una cultura avanzada, con edificios templo y una cerámica tipo Chicanel. Existen múltiples sitios costeros con habitación, durante el Preclásico Tardío. Eran comunidades agrícolas, aunque parte de su subsistencia se basaba en la explotación de los recursos marinos.
Por otro lado, la mayoría de los sitios tempranos de la costa noroeste de Campeche fueron basureros y depósitos de concha. Eran comunidades de subsistencia.
La extracción y comercialización de la sal fue la actividad principal de estos grupos, en los lugares donde fue posible su explotación. En esta parte de la costa, los asentamientos más importantes surgieron durante el periodo Clásico. En el Preclásico Tardío los asentamientos fueron mínimos.
Existen, desde luego, muchos otros sitios arqueológicos en Campeche que, sin duda, tuvieron sus inicios durante el Preclásico Medio y Superior, pero debido a la falta de exploración, nuestros conocimientos son escasos. Podríamos nombrar a Calakmul, Hormiguero y Río Bec, en el sur; El Tigre, en el suroeste; Dzibilnocac y Tabasqueño, en el centro, y Jaina, en la costa norte.
Podemos visualizar el final del Preclásico Medio y el Tardío como periodos de una gran dinámica, en los cuales hubo un aumento general de las poblaciones, posiblemente con presiones demográficas que habían de catalizar la organización política y los enfrentamientos armados.Eran comunidades portadoras de una agricultura extensiva e intensiva, así como poseedoras de una cerámica perteneciente a la esfera Chicanel.
Sabemos que para esa época ya existía un sistema de comercio que permitía el intercambio de ciertos productos entre comunidades del sur y del norte.
Este esquema cultural, correspondiente al nivel aldeano y que se generalizó en todas las tierras bajas, pronto fue superado por algunas comunidades cuyos dirigentes lograron organizar al grupo para realizar obras públicas.
Así comenzaron a surgir, al final del Preclásico, sitios como Becán, Edzná, Dzibilnocac y Aguacatal, que en unos pocos siglos multiplicaron su control territorial para alcanzar niveles de civilización.
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Fuente: ESTE CONTENIDO ES UNA TRANSCRIPCIÓN DEL LIBRO "HISTORIA MÍNIMA DE CAMPECHE" Colección "Lic. Pablo García" Publicado por el Gobierno del Estado de Campeche en su segunda edición del 1999. La revisión y actualización de este libro estuvo a cargo de: Lic. José Manuel Alcocer Bernés, Arqlogo. Antonio Benavides Castillo y Lic. Gaspar Cahuich Ramírez.